36 horas en Puerto
Vallarta, México

Por ONDINE COHANE DEC. 22, 2016

Con su ingeniosa escena gastronómica, sus excelentes playas y la mística de la "Noche de la Iguana", la ciudad se convierte en el lugar perfecto para pasar el fin de semana.

Una bailarina folklórica se presenta en las calles del casco antiguo de Puerto Vallarta frente a la Iglesia de Guadalupe. Crédito Danielle Villasana para The New York Times
A pesar de su reputación de tener numerosos Señor Frogs y resorts todo incluido, Puerto Vallarta - y especialmente la parte más antigua conocida como Viejo Vallarta - fue en realidad una de las escapadas más glamorosas del país, con Elizabeth Taylor y Richard Burton entre los fanáticos de la lista A. Ahora el destino está dibujando un nuevo conjunto de devotos con estilo por su vibrante comunidad local y su encantadora arquitectura, a diferencia de los pueblos costeros construidos en las últimas décadas sólo para turistas. Debido a esta auténtica pero todavía festiva vibración y a las excelentes playas, Puerto Vallarta se ha convertido en uno de los destinos preferidos del país, tanto para los pájaros de nieve como para los visitantes que buscan una escapada de fin de semana largo. Pero no es sólo el sol y la arena lo que hace que "P.V." (como se le conoce localmente) es una atracción, pero la nueva generación de tiendas, restaurantes y galerías que han crecido en los escaparates del casco antiguo de la ciudad. Una creciente escena gastronómica, que incluye sitios de tacos en la pared y nuevos restaurantes con chefs en ascenso, la convierten en una de las mejores ciudades para comer de México. Y con una plétora de bares y clubes gays (y un evento del Orgullo Gay de cuatro años), la ciudad tiene la merecida reputación de ser uno de los destinos más amigables de L.G.B.T.T. al sur de la frontera.

VIERNES
1. CUENTOS DE PECES, 3 P.M.

Se le perdonaría perderse este pequeño restaurante frente al aeropuerto, escondido detrás del puente peatonal sobre la autopista, pero no entrar en el Tacón de Marlin para tomar un bocadillo al mediodía significaría perderse uno de los platos fuertes de la ciudad: el ahumado, jugoso y sobrecargado tacón de marlin (una especie de taco asado a la parrilla; 78 pesos, alrededor de $3.85), que es la pieza central del restaurante. Los residentes locales y los conocedores de la ciudad se congregan para rendir homenaje - y la mezcla de gauchos mexicanos con sombreros de vaquero, surfistas bronceados, gringos embriagados y viajeros con mentalidad culinaria proporcionan una instantánea rápida de la mezcla particular de Puerto.

2. PASEO AL ATARDECER, 5 P.M.

El puerto y El Malecón, el malecón que recorre el Pacífico (con vistas al agua y a la Sierra Madre detrás), han sido un destino para turistas y residentes desde la década de 1930. Pero una renovación de 2,4 millones de dólares en 2013 lo llevó de lo sórdido a lo elegante. Después de revisar el nuevo muelle y pasar por alto, diríjase a Cuates y Cuetes para degustar una margarita bajo sus hojas de maíz seco. La"hora feliz" en realidad parece durar la mayor parte del día, pero es el lugar preferido por los expatriados y los locales para tomar una copa al atardecer, o dos. Mientras tanto, la nueva Cervecería Unión ofrece una gran selección de cervezas artesanales locales de microcervecerías en un amplio espacio ventilado con ventiladores de techo. Pruebe la Calavera, una cerveza negra de Tlalnepantla, junto con deliciosas ostras locales saladas.

3. HOLLYWOOD WATTS, 8 P.M.

Cuando John Huston filmó "La Noche de la Iguana" en la costa cercana, puso a Puerto Vallarta en el mapa de las celebridades. Una de sus estrellas de alto voltaje, el Sr. Burton, tuvo un apasionado romance con la Sra. Taylor, mientras ambos estaban casados con otras personas - por lo que era quizás inevitable que Puerto Vallarta se asociara con uno de los romances más famosos del mundo. Uno de los santuarios de su romance es Casa Kimberly, un regalo del actor a la Sra. Taylor en su 32 cumpleaños. El icono fue recientemente reimaginado como un hotel boutique de nueve habitaciones, con un restaurante y un bar de tequila, la Iguana. Pruebe el ceviche de pulpo, vieira y camarones (236 pesos) y lubina a la parrilla con hibisco y chipotle, junto a un tequila o mezcal de primera calidad, antes de visitar el Puente del Amore (Puente del Amor) que conectaba las excavaciones de la Sra. Taylor con las de su amante del otro lado de la calle.

Preparando ostras en la Unión Cervecera de Puerto Vallarta. Crédito Danielle Villasana para The New York Times

SÁBADO
4. TODOS AL MERCADO, A LAS 10 A.M.

Los mercados de granjeros y artesanos han aparecido recientemente en los pueblos a lo largo de esta costa, y el sábado por la mañana trae vendedores al Parque Lázaro Cárdenas en Puerto Vallarta para su turno semanal. Café orgánico mexicano, mermeladas locales, pan recién horneado y pequeños productores artesanales, que venden de todo, desde bolsas tejidas a mano hasta joyas, son algunos de los atractivos de los puestos al aire libre que se cultivan, fabrican o producen dentro de las 47 millas del Old Town Farmers Market.

5. POR QUIEN DOBLAN LAS CAMPANAS, AL MEDIODÍA

Aunque la mayoría de los visitantes se concentran en la playa, Viejo Vallarta es una encantadora mezcla de calles empedradas y arquitectura colonial, salpicada de cafés, restaurantes y boutiques. Comience el día con una visita a su centro de mesa, La Iglesia de Guadalupe, la Iglesia de Guadalupe, con su hermosa torre abovedada - reemplazada después de un terremoto en 1995 con una nueva del artista jalisciano Carlos Terrés. Al otro lado de la calle, el nuevo café Salati ofrece deliciosos y purificantes jugos frescos servidos en frascos de albañil en un bonito espacio parecido al de Williamsburg.

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Nadar cerca del nuevo muelle de Puerto Vallarta. Crédito Danielle Villasana para The New York Times

6. TESOROS ARTESANALES, 2 P.M.

A medida que Puerto Vallarta se concentra en transformar su imagen, alejándola de una reputación más kitsch, las pequeñas boutiques entre las tiendas han comenzado a adoptar el espíritu de"Hecho en México". Ponciana Boutique, por ejemplo, ofrece de todo, desde vasos de tequila hechos localmente hasta textiles oaxaqueños, mientras que Banderas Soap Blends tiene aceites orgánicos de coco y cáñamo, así como cremas corporales perfumadas - regalos perfectos para llevar a casa.

7. SENSACIÓN CONTEMPORÁNEA, 5 P.M.

Cuando la galería OPC, Oficina de Proyectos Culturales, una organización sin fines de lucro, abrió sus puertas en 2014, trajo una nueva seriedad a la escena artística de la ciudad, con exposiciones de calidad de museo y un contrapunto cultural a la reputación más turística de la ciudad. Curada por Pilar Pérez (antes curadora de Track 16 en Santa Mónica, California), las exposiciones pasadas han incluido una retrospectiva sobre El Nopal Press (una editorial que se concentra en impresiones de bellas artes que abordan temas sociales que se cruzan entre Los Ángeles y la Ciudad de México) y una muestra dedicada a los estudiantes universitarios desaparecidos cuyo secuestro masivo no resuelto en 2014 en la provincia de Guerrero galvanizó al país.
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Cenar en Cuates y Cuetes, un lugar popular para tomar una copa al atardecer. Crédito Danielle Villasana para The New York Times

 

8. DE LA GRANJA A LA MESA, A LAS 7 P.M.

Una red de pequeños restaurantes familiares está surgiendo en el casco antiguo, testimonio de una creciente escena gastronómica local. Uno de los nuevos participantes, Tre Piatti, fue inaugurado por una pareja estadounidense que son chefs (se conocieron en la Quinceañera de San Francisco). El menú cambia cada dos semanas, pero siempre con un enfoque italiano, y la pasta fresca, como los ravioles Gorgonzola con compota de higos, las verduras locales y los postres como la tarta de arándanos, han hecho de este lugar un lugar destacado. La cena para dos cuesta unos 1.600 pesos sin vino. El Campanario, por otro lado, es un ejemplo de cómo la comida mexicana simple puede ser transportable - no se pierda el pozole, una sopa de maíz espesa con carne de cerdo, limón y tiras de tortilla. La cena para dos cuesta unos 150 pesos.

9. FUERA DE HORARIO, 10 P.M.

El Patio de Mi Casa es donde los hipsters se reúnen en un espacio aterrazado para música en vivo y cócteles artesanales como el Ginger Verde: una bebida congelada con mezcal, naranja, jengibre y albahaca y un ligero toque de miel (75 pesos). El Solar es un lugar preferido para bailar en la playa, con D.J.s los viernes por la noche y conciertos en vivo los sábados.

Una compañía norteña de estilo acústico toca para los playeros frente al muelle de Puerto Vallarta. Crédito Danielle Villasana para The New York Times

DOMINGO
10. DESAYUNO DE CAMPEONES, 10 A.M.

Chefs fuera de servicio, artistas, familias locales y conocedores de Puerto Vallarta se dirigen a Coco's Kitchen para almorzar. Acompáñelos en el jardín del patio sobre un plato de huevos rancheros, tostadas francesas rellenas de queso y mermelada, y tortas calientes de churro, con una taza de café con leche (450 pesos para dos).

11. DOMINGO EN LA PLAYA, MEDIODÍA

Los domingos, muchas tiendas, restaurantes y galerías cierran por su día de descanso, lo que lo convierte en el día perfecto para visitar una de las playas vírgenes, un corto paseo en bote o una caminata. Ocean Grill, cerca de Boca de Tomatlán, ofrece un servicio gratuito de lancha para los huéspedes que reservan para el almuerzo - y tiene una playa privada para nadar antes y después de la comida - que puede incluir dorado y la típica margarita del restaurante por unos 1.000 pesos para dos personas. Aún más apartada, Casitas Maraika sirve ceviche y cócteles como Bloody Marys con un toque mexicano, con vistas a una perfecta extensión de arena y agua. El almuerzo cuesta unos 600 pesos para dos personas.

 

Alojamiento
Propiedad del arquitecto mexicano Oscar Morán, Villa Mercedes Petit Hotel, hotelvillamercedes.com, cerca de El Malecón, cuenta con un patio espacioso, habitaciones lindas y económicas y un ambiente bohemio (el doble de $89; no se permiten niños).

La nueva Casa Kimberly de nueve suites, casakimberly.com, ubicada en un lugar emblemático de Puerto Vallarta, también ofrece un bar y restaurante de tequila (dobles de $290 a $1,125).

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